Abundar en transparencia y dar agilidad a la vida dentro de los campus, son ejes del actual gobierno universitario, que se propuso avanzar decididamente en la construcción de una casa de estudios adecuada a los nuevos tiempos.
Varias son las medidas que se han adoptado en el primer año de la Rectoría del Dr. Carlos Saavedra Rubilar con el fin de avanzar en la modernización del gobierno y la gestión universitaria, materias relevantes dentro de los ejes programáticos de la actual administración.
El Vicerrector de Asuntos Económicos y Administrativos, Dr. Miguel Quiroga Suazo, cuenta que los análisis mostraron una necesidad efectiva de cambios en la estructura del gobierno corporativo a la luz del crecimiento experimentado por la Corporación Universidad, así como por el Instituto Profesional Virginio Gómez y el Centro de Formación Técnica Lota Arauco.
“Notamos que el gobierno corporativo de alguna manera se estaba quedando estrecho y no había sido capaz de adaptarse a estos nuevos tiempos”, sostiene el Vicerrector.
En esa perspectiva, se visualizaron diversas medidas, entre las que destaca la entrega de más soporte a la labor de los directores de la Corporación.
Con ese fin, se evalúa que sean asistidos en su trabajo por contraloría y auditoría para apoyar su labor institucional en la supervisión del quehacer de la Corporación. Incluso, agrega, se ha pensado en contar con “un sistema de contraloría independiente, más vinculado al trabajo de los directores”.
De acuerdo al Dr. Quiroga, el concepto detrás de esta decisión es que, como representantes de la comunidad no académica en el gobierno corporativo, los directores “también deben supervisar y controlar nuestra labor y contar con mayores recursos para ejercer esta tarea en forma más independiente”.
La idea es que su papel fiscalizador sea transversal y también puedan conocer la gestión de lo que ocurre más allá del ámbito educativo.
“Notamos que el esfuerzo de control y supervisión se concentraba muchas veces en los principales organismos de la Corporación, como también en Lotería, mientras otros organismos o filiales de la Corporación en cierta medida estaban descuidados y, por tanto, era importante abordarlos adecuadamente”, señala.
El Vicerrector destaca el fuerte compromiso de los directores con la Universidad y la Corporación y la positiva disposición frente a un rol más activo en su función. “Son una ayuda bastante relevante para lo que estamos haciendo; nos permiten efectivamente avanzar más rápido”.
Una de las prioridades definidas dentro de las visiones de la nueva administración sobre el gobierno corporativo es la oposición de funciones en todos los niveles. “Desde esa perspectiva, era importante que la gestión de las finanzas corporativas fuera vista por una persona distinta de las que están a cargo de cada una de las instituciones de la Corporación”, indica.
Por otro lado, de acuerdo al Vicerrector, el Directorio había advertido la necesidad de mejorar los controles sobre la totalidad de las empresas de la Corporación, por eso se ideó una figura que también se ocupara de esta materia, transformándose el cargo de Gerente de Finanzas Corporativas en Gerente Corporativo Empresas y Finanzas.
Así, desde la instalación del equipo directivo, los esfuerzos se concentraron en encontrar un profesional de vasta trayectoria para la nueva función gerencial. El elegido fue el ingeniero comercial y especialista en finanzas corporativas Renato Sepúlveda Almuna, quien desde enero de este año ocupa el puesto, que apunta a una mayor coordinación de los distintos organismos adscritos a la Corporación en materia financiera y a una mejora en el control de gestión Corporativo.
“Este cargo no tan solo busca consolidar la gestión financiera corporativa, sino que poner mucho más atención y control en todas las empresas filiales”, menciona Quiroga, a la vez precisando que el nuevo gerente está trabajando estrechamente con los directores de la Corporación.
Por otro lado, adelanta que esto también requiere de una revisión de la estructura corporativa propia de las empresas filiales, en el sentido de definir qué tipo de administración es la más adecuada para cada una de ellas.
Además de estas transformaciones hay otras de carácter más basal, relacionadas con la modernización de la gestión financiera-contable de la universidad, que, “junto con establecer un sistema de gestión sustentado en procesos, que permita un mejoramiento continuo y la agregación de valor a toda nuestras actividades, posibilite además identificar áreas en las que se pueden evitar los reprocesos, mejorar la calidad y la trazabilidad de nuestras operaciones y asegurar la existencia de oposición de funciones, contribuyendo además a disponer de información de calidad y oportuna, permitiendo contar con mejores antecedentes para tomar decisiones adecuadas”.
Para ello ya opera un sistema de gestión (ERP) en un conjunto de organismos de menor tamaño de la Corporación y se está terminando su implementación en la Universidad “para su salida en vivo” en los próximos meses. En el futuro se evaluará su eventual expansión a toda la corporación.
El Vicerrector afirma que el propósito global de este conjunto de cambios a la estructura del gobierno corporativo es contar con una gobernanza y una gestión moderna que permita el desarrollo de la Universidad. “Una gobernanza más moderna nos da la posibilidad de generar diferentes miradas a la gestión y a sus resultados. También nos da la posibilidad de una planificación más largo plazo en todos los niveles de la organización y tener la capacidad de proyectar lo que la Universidad está haciendo”.
“De alguna manera, estas medidas que estamos adoptando no solo son consistentes con lo que está pasando en el corto plazo, sino también con una proyección de lo que queremos hacer en el futuro”, senten