La elección de nuevos rectores el año pasado en las universidades de Concepción y del Bío Bío descerrajó el último hito pendiente entre las casas de estudio que conformarán el episodio regional del Consejo de Rectores.
Se trata de cooperar más y competir menos. Así define Christian Schmitz Vaccaro, Rector de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, el proyecto de creación de un Consejo de Rectores del Biobío y Ñuble. La propuesta fue levantada en reiteradas oportunidades por el titular de la casa de estudios y hoy se encuentra a firme entre sus pares de la Universidad de Concepción y Universidad del Bío Bío.
2018 fue un año de elecciones en las universidades de Concepción y del Bío Bío. Y aunque se podría creer que producto de lo anterior el plan Cruch Biobío-Ñuble iba a sufrir atrasos, lo cierto es que no. Tanto la UdeC como la UBB, una vez finiquitados los comicios internos, se pusieron a disposición del proyecto, manifestando interés y sumándose a la conformación de equipos sectoriales.
El trabajo tampoco partió de cero. En la zona ya existía un piso de colaboración entre casas de estudios, como lo es el convenio de trabajo conjunto que firmaron los tres planteles en enero junto al Gobierno Regional.
Dicho acuerdo propuso la creación de una Unidad de Vinculación Interuniversidades y Gore e impulsó la Mesa Regional de Vinculación Interuniversitaria, entre otras materias, lo cual fue tomado como un piso de cara al acercamiento entre la UdeC, UBB y Ucsc.
El caso de las universidades del Biobío es singular. Al igual que como únicamente acontece en Valparaíso, donde existe una experiencia de Cruch zonal —Cruv, primero regional en el país—, conviven tres casas centrales de planteles con los diversos matices que se reconocen entre las tradicionales. Una laica y ciudadana, como la de Concepción; una con vocación religiosa, como la Católica de la Santísima Concepción; y una estatal, como la del Bío Bío. A ellas se suma la Universidad Técnica Federico Santa María, cuya sede regional también adherirá al Cruch zonal.
En efecto, el trabajo de la Quinta Región es seguido con buenos ojos por los rectores. El consejo de Valparaíso cuenta con sede, presidencia temporal de uno de sus miembros y citas mensuales. Asimismo, mantiene gestiones permanentes a través de nueve comisiones, entre ellas investigación, posgrado, patrimonio y extensión.
Consultados los rectores respecto a si Biobío puede tomar el ejemplo porteño, afirman que sí, y le suman a las áreas temáticas conocidas otras con pertinencia local. Es el caso de la internacionalización, la innovación tecnológica, la birregionalidad y la generación de políticas públicas.
Cruch Biobío-Ñuble y descentralización
“El fortalecimiento de las estructuras regionales del Cruch es absolutamente relevante. En ese sentido, el articular una figura en la región es necesario, en particular con las universidades que tienen casas matrices en Biobío y Ñuble cuando corresponda. Así que la asociación con la Ucsc y la UBB es parte de la política de alianzas que se dinamiza con la Ley de Educación Superior y como parte de nuestro compromiso con la descentralización”, indica el Rector UdeC, Dr. Carlos Saavedra Rubilar.
El titular del plantel penquista pone énfasis en este último punto, añadiendo que el Cruch Biobío-Ñuble debe favorecer el fin de la concentración. “Hay que recordar que la descentralización que vivimos y vamos a vivir en 2021 es un proceso acotado, solo elección popular de gobernador regional, sin transferencia de competencias y recursos. Entonces, lo que viene de parte nuestra para avanzar, es buscar mecanismos adecuados”.
En ese sentido, el Rector UBB, Dr. Mauricio Cataldo Monsalves, estima que la unión regional se vuelve un imperativo para contrarrestar el poder de negociación que existe en la capital. “En estos momentos a las universidades de la Región Metropolitana se le inyectan muchos recursos, y las universidades que estamos en regiones tenemos ciertas desventajas”.
“Es importante la colaboración, sobre todo porque somos universidades regionales. Eso creo que es el factor que nos tiene que cohesionar. Desde ese punto de vista tenemos que generar estrategias conjuntas y alianzas para, en ciertos temas, ir en un frente común”, agrega.
Schmitz de la Ucsc en tanto, hace hincapié en la colaboración y el ejemplo que se puede ofrecer para otras zonas del país. “Se trata de levantar recursos para los distintos proyectos. También generar un intercambio mucho más fluido de información interinstitucional, de ideas; se trata de estimular en general el trabajo intrarregional. No estamos hablando de trabajar solo por el desarrollo del Biobío, sino que también de relacionarnos como Región con las regiones vecinas”.
Respecto a la forma que tomará la nueva institución, la autoridad de la Universidad Católica detalló las características que aguarda tenga el Cruch Biobío-Ñuble. “Deberíamos tener reuniones mensuales ordinarias, una presidencia temporal, un nombre, un logo, una sede propia, pero aparte de ello, se hace necesario que esta intención baje a la comunidad universitaria y se involucren académicos y administrativos en mesas de trabajo conjunto”.
El momento y grandes temas
El pasado mes de mayo, algo inédito sucedió en la organización de las citas regulares de los rectores del país. Tres universidades se organizaron para recibir a los titulares universitarios, dando una muestra patente de asociatividad y capacidad. La Universidad de Concepción albergó el encuentro de la Red de Universidades Públicas no Estatales G9, la Universidad Católica de la Santísima Concepción fue escenario del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas y la Universidad del Bío Bío se instaló como casa de la reunión del Consorcio de Universidades Estatales (Cuech) y la Agrupación de Universidades Regionales (AUR).
La señal fue bien recibida por las comunidades universitarias e incluso por las demás casas de estudio, que destacaron la capacidad de diálogo y los avances de cara a la constitución definitiva de la segunda mesa regional del Cruch a nivel país.
En efecto, la estampa final es cosa de pocos días, en circunstancias de que las seis áreas de trabajo estratégico entre la UdeC, UBB, Ucsc y USM ya encuentran definidas: investigación, postgrado, género, salud mental e internacionalización.